Bueno, hoy estoy de buen humor porque no trabajé y, no solo eso, sino que anduve paseando por el Barrio Chino, almorcé cerdo agridulce con sé qué cosa rica, compré salmón para una receta que verán en estos días, tengo tres tés nuevos y bla, bla, bla.
Por otro lado, estoy bastante angustiada porque en el corto lapso de dos meses empecé y terminé con las compras por internet.
Empecé con unos lentes chinos de 3 dólares que me llenaron de emoción, seguí con un vestido australiano que... ESTÁ RETENIDO EN LA ADUANA Y TENGO QUE PAGAR 430 PESOS PARA QUE, POR AHÍ, ME LO DEN. O sea, todo mal. Ahí terminan mis compras. Voy a devolver el vestido y, bueno, nos vemos en otro país donde pueda comprar tranquila.
En fin, este carpaccio loco tiene 3 de mis verduras favoritas en el mundo. El pepino se lo pongo a todas las ensaladas y el hinojo lo amo cocido, crudo, relleno. El rabanito lo tengo abandonado porque es un embole cortarlo, pero encontré unos gigantes que pasé por la mandolina y chau.
Receta:
1 atado de rabanitos
1/2 pepino grande, o 1 chico. Depende de lo que encuentren
1 hinojo
Vinagreta:
jugo de limón c/n
aceite neutro c/n
1 cucharadita de mostaza
1 cucharadita de miel
sal y pimienta
Cortar todos las verduras en láminas finitas. Si tienen paciencia, con cuchillo y si no tienen paciencia pero si mandolina, a por ella.
El hinojo reservarlo aparte con un poco de limón, porque se empieza a oxidar muy rápido. Sino en un bowl con agua, bien cubiertos.
En una fuente chata ir acomodando las rebanaditas intercalando pepino, rabanito, hinojo.
Cuando ya esté todo acomodadito y lindo, rocían la vinagreta por arriba. Esto haganlo justo antes de comer porque con el limón, el rabanito se empieza a desteñir y mancha todo de rojo.
Prueben hacerlo con otros ingredientes, la gracia es que sean crujientes y frescos, que no pierdan textura si los cortamos muy finos.
Hasta mañana!
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