Si son unos fanáticos de la tarta de ricota tradicional, esta les va a parecer una cagada. Sino, háganla porque es requete deliciosa.
La preparé esta tarde, para merendar con una amiga, y como sobró la llevé a la casa de mi abuela para comer como postre. Pueden creer que justo mi tía trajo tiramisú? Evidentemente no es mi momento, de hacer postres.
La base es la misma de la recordada (?) tarta de peras y roquefort... Uy, hoy mi primo me preguntó porqué le ponía peras a todo y le dije que deje de decir boludeces. Parece que tiene razón.
En fin, para no explicar de vuelta la masa brissé, acá está. Son las mismas proporciones y les quedaría una tarta como para un molde de torta de 20 cm.
Y ahora si, la ricotita.
Receta
500 grs. de ricota magra
100 grs. de azúcar
3 huevos
ralla dura de limón
esencia de vainilla
peras en almíbar (la cantidad depende de cuanto les guste, la verdad, pero mas de una lata no)
Precalentar el horno. Estirar y fonzar la masa sobre el molde y blanquear (cocinar levemente).
Mientras, batir los huevos con el azúcar, la ralladura de limón y vainilla hasta que estén espumosos.
Agregar la ricota y seguir batiendo hasta que tenga una consistencia parejita.
Cortar las peras en cubitos pequeños y agregar a la crema. Volcar sobre la masa y cocinar en horno medio hasta que esté firme como un cheesecake.
Comer fría y, con una mermelada cítrica, queda riquísimo.
Vengo posteando con un poquito de delay, pero estoy re cumpliendo. ¡Hasta chaito!
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