5/11/16

FERMENTADA

Primero: cuando era chica, tendría entre 3 y 5 años, juntaba pedacitos de pan, masa cruda, fideos, ravioles. Siempre masa. 
Los ponía en los tubitos negros donde vienen los rollos de fotos, les metía agua y los guardaba. No sé porqué.
Pasados los días los comíamos con la Pancha, una de las perras que tenían mis abuelos.
Segundo: estudié gastronomía y lo que menos me importó fue la panadería y la pastelería. Se me hacían complicadas, trabajosas y mega-científicas. De todas formas me fue mucho mejor en pastelería. Mi mousse de frambuesas se sacó un 10, en cambio mi cremona fue expulsada del aula con un 3, reventada y sin siquiera conocer el horno.
El segundo año me saqué un 9 haciendo torta ópera, y un 7 muy poco merecido con unas medialunas de grasa ridículas, con el cierre mal hecho.
Tercero: no estoy segura cómo ni cuando (creo que viendo este documental), me obsesioné con la idea de la masa madre. Yo, la que amasa bollos celulíticos y hace panes compactos y duros, la mayoría de las veces.
Muy decidida puse harina 000, salvado de trigo y agua en un frasco. Le di de comer, y en el primer intento tuve mi cultivo vivo en pocos días e hice un pan bastante decente para no tener la ayuda de la lavadura comercial.
Re contra entusiasmada por los resultados me puse a amasar mas (haciendo trampa, con levadura) y, de golpe, sabía hacer pan. Hasta puedo improvisar, porque al final no era exacto. 
Todo esto en los últimos meses eh, tal vez en una semana me vuelvo loca haciendo kimchi (re quiero). Pero hoy estoy amasando día de por medio, fantaseando con hacerlo todos, y sin parar. Deseando muy secretamente quedarme sin trabajo y así dedicarle mas tiempo.
La cuestión es que anteayer empecé otra masa madre, y quiero hacer panes super locos, llenos de alvéolos, riquísimos, sanos.
Eso. Aguante el pan.

P.D.: Mi último post fue hace mas de 2 años. 



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